Desde niño hacía mucho deporte, lo que a menudo me llevaba a pasar por el fisioterapeuta. Pronto quise aprender cómo funcionaba nuestro cuerpo, por lo que ya desde bachillerato me centré en el estudio de las ciencias naturales. Posteriormente, comencé a realizar el Grado en Fisioterapia en la Universidad de Zaragoza al tiempo que daba clases de pilates terapéutico. En esa etapa también realicé un posgrado de fibrólisis diacutánea (“ganchos”) y cursos de vendajes.
Al terminar el Grado, mientras continuaba mi formación con otro posgrado de técnicas invasivas para el síndrome de dolor miofascial (“punción seca”), comencé a trabajar en una clínica, y me atrajo la forma en la que la osteopatía abordaba el cuerpo. Por ello, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Osteopatía en la FBEO. Allí trabajé en una clínica especializada en acupuntura, osteopatía y pilates, donde tuve que asumir tareas de dirección. Asimismo, estuve formándome en la Escuela de Acupuntura y Manopuntura en Bilbao.
Durante ese periodo me interesé también por el tratamiento craneomandibular, por lo que me trasladé a un centro especializado en ese tipo de dolencias. Después pasé a una clínica especializada en movimiento, ya que no quería perder el contacto con las terapias activas. Fue en esta última donde comprobé que, al gozar de la confianza de mis jefes para trabajar con libertad, podía establecer un buen sistema de valoración, organizar las citas en función de los tiempos fisiológicos de recuperación y no atendiendo a otros intereses… Todo ello me llevó a crear mohe, que se materializó en mayo de 2021 con nuestra clínica de Logroño.